Otra de las vertientes más populares de la construcción de modelos a escala se relaciona con los buques y embarcaciones de todo tamaño. Se trata de una curiosidad específicamente vinculada con el ámbito militar o el interés por los grandes transatlánticos de comienzos del siglo XX, el modelismo naval atrae cada vez un mayor número de adeptos.
Si bien se relaciona generalmente la construcción de barcos en miniatura con los pequeños y simpáticos regalos de tiendas de recuerdos, que consisten en una pequeña fragata dentro de una botella, la complejidad de estas maquetas puede llegar a ser extraordinaria. Quienes se dedican exclusivamente a este género invierten decenas de horas en la reconstrucción de la apariencia original de algunas de las embarcaciones más populares de la historia, como las naves que comandó Cristóbal Colón en su viaje a la India, el inolvidable Titanic o todo tipo de construcciones tradicionales que no se conservan en la actualidad y cuya recreación es extremadamente complicada.
La vida de piratas y las grandes batallas navales contribuyen a atraer nuevos adeptos al modelismo naval, en particular entre quienes tienen un marcado interés por la historia y los mitos relacionados con la vida en altamar.